Disparidad en la EF escolar

En el ámbito estatal se han publicado recomendaciones generales, como las abordadas en las “Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a COVID-19 para centros educativos en el curso 2020-2021” (Min. de Sanidad y Min. de Educación y Formación Profesional, 22/06/2020), en la “Guía de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos” (Ministerio de Sanidad, 27/08/2020) y en la “Declaración de actuaciones coordinadas en Salud Pública frente a COVID-19 para centros educativos durante el curso 2020-2021” (Acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, adoptado en coordinación con la Conferencia Sectorial de Educación, 27/08/2020). 

Sin embargo, en lo que respecta a la Educación Física, a pesar del complejo contexto que rodea a esta materia y que difiere del resto (espacios, actividades, movimiento, interacción, materiales y equipamientos), no se ha publicado ninguna directriz específica para todo el Estado. Algunos de estos documentos hacen referencia solamente a los eventos deportivos, que son en esencia actividades extraescolares y extracurriculares y competiciones de deporte escolar, y también señalan el uso de los gimnasios, que siempre han sido aulas, desplazando así, indirectamente, a esta asignatura de sus espacios propios. Las comunidades autónomas, en las normativas que han publicado para guiar las medidas de seguridad e higiene de los centros educativos ante el inicio del próximo curso, sí se han preocupado por detallar, de manera más o menos acertada, cuestiones referidas con esta materia.

Previamente a todas estas actuaciones de los responsables políticos, el Consejo General de la Educación Física y Deportiva (Consejo COLEF), detectó la necesidad de que se generen procesos y procedimientos específicos, para la asignatura, que aseguren el bienestar del alumnado y del personal docente, minimizando los riesgos.

Por ello, teniendo en cuenta la dificultad añadida de todo lo que conlleva una clase de Educación Física con respecto a las medidas de prevención, higiene y desinfección, el Consejo COLEF presentó en junio la guía “Recomendaciones para una Educación Física escolar segura y responsable ante la “nueva normalidad”. Minimización de riesgos de contagio de la COVID-19 en las clases de EF para el curso 2020-2021”, elaborada por el comité asesor de enseñanza de la Educación Física y el área de Educación Física y Deportiva para la Salud de dicho Consejo.

Docentes, equipos directivos de centros educativos e incluso responsables de las administraciones autonómicas tomaron como referencia esta guía y la adaptaron a sus necesidades y contexto. Pero, además, este documento ha tenido gran repercusión, no solo en España, sino también en otros países, siendo incluso difundido por la Red Europea para la Promoción de la Actividad Física Beneficiosa para la Salud (HEPA Europa), perteneciente a la Organización Mundial de la Salud en su boletín del mes de julio de 2020.

En estos momentos en los que no solo el sedentarismo y la inactividad física de la población infantil y adolescente acarreará graves consecuencias para su salud física y psicológica, la Educación Física impartida por profesionales altamente cualificados es clave para desarrollar integralmente la personalidad, fomentar la socialización a través del juego y promover hábitos de vida saludables. Pero es importante también la implicación del Gobierno estatal para que se realice con las mínimas condiciones de seguridad y calidad en todos los centros educativos del país, teniendo siempre como referencia la “Carta internacional de la educación física, la actividad física y el deporte” y la “Guía para los responsables políticos” que publicó la UNESCO en 2015.