Obesidad y sobrepeso acortan la vida y aumentan el riesgo cardíaco

Los resultados han sido publicados en la revista JAMA Cardiology. Los autores analizaron información de más de 190.000 adultos de diez estudios americanos, publicados en las últimas siete décadas. El 70% eran del sexo masculino y, entre las mujeres, el 60% de las mayores de 40 años tenían sobrepeso u obesidad.

Las posibilidades de tener un accidente cerebrovascular, infarto, insuficiencia cardíaca o el fallecimiento por causas cardiovasculares eran un 21% más alta en los hombres de 40-59 años con un aumento de peso corporal. En las mujeres, sin embargo, ese riesgo aumentaba en un 32%.

Sadiya Khan, autora principal del trabajo, señala que “nuestros datos demuestran claramente que la obesidad está asociada con una expectativa de vida más corta y con más enfermedad, especialmente cardiovascular, además de más años vividos con esa dolencia”. Añadió que “el exceso de grasa corporal eleva el riesgo de desarrollar padecimiento cardíaco y, a la vez, lo hace también al provocar hipertensión, diabetes y colesterol elevado”.

La Organización Mundial de la Salud señala que la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, 2,8 millones de personas por esa causa o sobrepeso. Además, el 6% de todas las muertes anuales (unos 3,2 millones de fallecimientos) se producen por no ser suficientemente activos.

Este organismo internacional establece que una persona adulta debe dedicar al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, considerando como tal cualquier movimiento corporal que requiere un gasto de energía, incluyendo tanto las actividades que se puedan realizar durante la jornada laboral, el ocio, actividades del hogar, viajes, etcétera. En el caso de los niños y adolescentes, la recomendación se reduce a al menos 60 minutos de actividad física. 

De este modo, y con independencia de la cantidad de actividad física que se realice y de su intensidad, se puede mejorar la capacidad muscular y cardiorrespiratoria, la salud ósea, el riesgo de hipertensión, el riesgo de caídas y de fracturas.

Para acceder al estudio (en inglés), pinche aquí.