El tercer sector deportivo (2ª parte)

Ésta debe estar dirigida a promover, reforzar y consolidar un tejido asociativo del deporte que sea independiente y competente.

El tercer sector del deporte no puede funcionar solo con voluntarios, sino que debe profesionalizar y cualificar determinados desempeños y tareas. Además, es urgente que clubes y federaciones profundicen en su democratización y transparencia. En cuanto a la financiación del tercer sector deportivo, no puede depender únicamente de la “subvención” y/o del patrocinio, sino que su principal fuente de ingresos debe cimentarse en la prestación de servicios deportivos de calidad. 

Las entidades locales deben forjar una alianza con el asociacionismo deportivo, pues constituye un cauce de participación ciudadana en la gestión pública del deporte. De la misma manera que las empresas deportivas participan en la gestión indirecta que realizan los ayuntamientos, debe contemplarse con normalidad que lo haga el tercer sector del deporte. En aras de reforzar este argumento, E.S. Savasque afirmaba que “la palabra gobierno proviene de una voz griega que significa  llevar el timón. La tarea de gobierno consiste en llevar el timón de la nave, no en remar. Prestar servicios es remar, y el gobierno no es muy bueno remando”.

En la medida que exista una sociedad civil organizada, es decir, con un sector deportivo privado, tanto de carácter empresarial como sin ánimo lucrativo, las entidades locales podrán descargarse de tareas y cometidos de organización y ejecución para dedicarse a sus verdaderas funciones estratégicas. Dichas tareas son, principalmente, planificar, ordenar y dinamizar el “hecho deportivo” que supone, en definitiva, liderar el desarrollo deldeporte en su ámbito territorial.